En la región de Córdoba disponemos de un vino que tiene la D.O. Montilla-Moriles y, dentro de esta, encontramos diferentes tipos de caldos de entre los que destacan los conocidos como “vinos olorosos”.
En la región cordobesa, los vinos que encontramos son generosos y, de hecho, son un tipo que solo se encuentran en esta parte del mundo debido a las tierras albarizas y a que están en una zona donde abundan las horas de sol. La denominación Montilla-Moriles se extiende por 17 poblaciones de toda esta provincia aunque los caldos más destacados se consiguen en Moriles Altos y en la Sierra de Montilla.
En esta parte de la campiña se encuentran algunas de las uvas más reconocidas de la producción vinícola cordobesa como es la Pedro Ximénez. Esta uva nos aporta diferentes tipologías de caldos entre los que encontramos el fino, el amontillado, el dulce o, el que aquí nos ocupa, el oloroso.
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La crianza de los vinos olorosos
Tienes que saber que en la DO Montilla-Moriles existen dos sistemas de crianza que se usan más que el resto. Son los siguientes:
- Crianza con velo de flor (o también conocida como “biológica): que es la que se sigue para poder elaborar los vinos amontillados y los finos
- Crianza oxidativa: es la que se emplea para elaborar caldos amontillados, rayas, olorosos y Pedro Ximénez
Así pues, para poder elaborar los vinos olorosos se tiene que seguir la segunda metodología denominada como “crianza oxidativa” y que ocurre cuando la flor desaparece o cuando el velo de flor no termina de formarse (esto puede ocurrir porque se haya aumentado el alcohol de forma artificial).

Tipos de vinos olorosos
Antes de nada, vamos a descubrir qué tipos de vinos encontramos en la DO Montilla-Moriles para que veas exactamente dónde se incluyen los vinos olorosos.
La clasificación correcta de esta región vinícola sería la siguiente:
Vinos generosos:
- Fino
- Amontillado
- Oloroso
- Palo cortado
- Raya
- Ruedos
El oloroso es un tipo de vino que se caracteriza por tener mucho cuerpo. Suele ser seco y muy aromáticos y cuyo color se asemeja al rojizo-caoba. La graduación alcohólica de este caldo se incorpora de forma artificial y suele oscilar entre los 16 y 18 grados.
Un vino muy peculiar: el vino de tinaja de Montilla-Moriles
En Córdoba disponemos del vino de tijana, un tipo de caldo que únicamente se hace con la uva de Pedro Ximénez y que se usa como base para poder elaborar todos los demás vinos de esta denominación de origen (el fino, el oloroso, el amontillado, etcétera).
Es por este motivo que el vino de tijana es el menos conocido dentro de la DO Montilla-Moriles pero que, de hecho, es el que se puede tomar de forma más temprana ya que tan solo necesita tres meses para elaborarse. Se trata de un caldo totalmente natural y que no necesita más procesos para poder ser consumido, es decir, lo disfrutamos directamente de la bota a la botella.
Este vino es muy peculiar ya que únicamente puede elaborarse en esta región española y, también, en el norte de la provincia de Málaga. La uva de Pedro Ximénez con la que se elabora este caldo es muy fina y, por tanto, consigue que la textura del caldo sea de gran calidad y que la graduación alcohólica llegue al 15% de forma totalmente natural.