Uno de los platos más tradicionales dentro de la gastronomía cordobesa son las alcachofas a la Montillana, un plato delicioso y que se puede elaborar de forma muy fácil y sencilla.
Se conocen con este nombre debido a que durante su receta se usa un vino que es de D.O. Montilla-Moriles, es decir, el vino cordobés, algo que le confiere un toque sutil e inigualable a este plato.
Tabla de contenidos
¿Qué son las alcachofas a la Montillana?
Esta receta de alcachofas es una de las más tradicionales de Córdoba y, para llevarla a cabo, se precisa usar uno de los vinos de la Denominación de Origen de la región, es decir, de Montilla-Moriles. Es un plato que sirve como tapita, como guarnición o como un entrante sabroso y delicioso que es perfecto para todo tipo de comida.

Existen diferentes maneras de cocinar las alcachofas a la Montillana como, por ejemplo, se puede usar un poco de caldo para conseguir que el sabor sea más intenso, también se le puede echar alguna hierba aromática o, también, un poco de jamón ibérico. Eso sí: lo que no varía es que es imprescindible el uso del vino Montilla-Moriles para poder crear este plato 100% cordobés.
Receta de las alcachofas a la Montillana
Vamos a descubrirte la receta de las alcachofas a la Montillana para que puedas aprender a prepararlas tú mismo en casa y, así, disfrutes de un plato tradicional con un sabor muy característico y que será ideal para servir como entrante o guarnición de una carne o pescado.
Ingredientes para 4 personas
- 12 alcachofas
- 100 gramos de lomo de cerdo
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada pequeña de harina
- 200 ml de vino de Montilla
- 200 ml de caldo de jamón
- 50 ml de aceite de oliva
- Sal
- Azafrán (opcional)
¿Cómo preparar las alcachofas a la Montillana?
Una vez tengamos todos los ingredientes, llega el momento de ponernos manos a la obra para preparar la receta de alcachofas a la Montillana. A continuación vamos a descubrirte paso a paso cómo puedes hacer este plato y que el resultado te quede perfecto. ¡Atento!
- Comenzaremos limpiando las alcachofas y retirando las hojas más duras para quedarnos, únicamente, con aquellas aptas para cocinar. Corta también el tallo y, cuando las tengas limpias, pártelas por la mitad, de arriba abajo.
- A continuación, pondremos agua en una olla grande y encenderemos el fuego, echamos un poco de sal y dejamos que hierva. Entonces, iremos añadiendo las alcachofas para que se cocinen durante unos 20 minutos aproximadamente o hasta que tú mismo compruebes que están tiernas.
- Cuando las alcachofas estén listas, las sacaremos del fuego y las escurriremos para retirar el exceso de agua. Una buena idea es pasarles un poco de agua fría para que se enfríen y no se sequen.
- En cuanto estén tibias podremos empezar a eliminar el resto de hojas que se han quedado endurecidas. Cortaremos las puntas de las hojas y nos quedaremos con los corazones partidos por la mitad.
- El siguiente paso de esta receta de alcachofas a la Montillana consiste en echar un chorro de aceite en una sartén y, en cuanto esté caliente, echaremos el lomo de cerdo que tendremos que haber cortado en finas tiras.
- A la media cocción del cerdo, añadiremos el ajo picadito y, en cuanto empiecen a dorarse, añadiremos la harina, el vino y el caldo. Rectifica de sal y, si quieres, ahora puedes añadir un poco de azafrán. Deja que se cocine a fuego lento durante unos 15 minutos.
- El último paso será añadir las alcachofas a la mezcla anterior dejando que se entremezclen con los sabores durante unos 3 o 4 minutos. En cuanto estén listas, retira del fuego, emplata y… ¡a comer!
Vídeo tutorial
Os dejamos aquí un vídeo de la receta de las alcachofas a la Montillana para que puedas seguir los pasos y aprender a cocinar este delicioso plato de forma rápida y sencilla.
¿Cómo cocer bien las alcachofas?
Cocinar las alcachofas no siempre es algo sencillo. Tienes que tener en cuenta que esta hortaliza tiene la carne muy dura y, por tanto, puede ser que el resultado no te quede suave ni tierno.
Tienes que saber que, para que la alcachofa te quede bien, tienes que poner el agua a hervir primero y, solo cuando rompa la ebullición, añadir la alcachofa. Además, la hortaliza deberá estar limpia y con las hojas más blandas para conseguir que queden tiernas. Una vez termines de cocerlas, tienes que dejar que se enfríen y, luego, volver a retirar las hojas que hayan quedado más duras.
Para la receta de alcachofas a la Montillana buscamos que estas hortalizas estén tiernas y suaves pues, de lo contrario, no nos habrán quedado buenas.
¿Dónde comerse las mejores alcachofas a la Montillana?
Te hemos contado cómo hacer alcachofas a la Montillana pero si lo que quieres es descubrir en qué restaurantes puedes comerlas, a continuación vamos a recomendarte dos establecimientos de Córdoba que son especialistas en este plato tan tradicional.
Bodegas Mezquita
Aquí encontrarás una propuesta deliciosa de alcachofas a la Montillana. Se trata de un restaurante que está situado en frente de la Mezquita y que propone una variada carta regional con precios muy asequibles.
Aquí encontrarás platos como las alcachofas a la Montillana pero, también, otras delicias como la ensalada de remojón o una deliciosa tabla de quesos corsobeses que están buenísimos.
Taberna La Montillana
En este otro restaurante de Córdoba también encontrarás un delicioso plato de alcachofas a la Montillana. Se trata de un local situado en pleno corazón de la ciudad y que está dividido en tres plantas. Aquí encontrarás una estética totalmente fiel a las tabernas tradicionales de la región así como platos que beben de la gastronomía más tradicional de la zona.
La decoración de este restaurante es de inspiración taurina y cuenta con cuadros del artista Fernando García Herrera, un pintor cordobés que hizo del mundo de los toros su inspiración.
Breve historia de las alcachofas a la Montillana
El plato de alcachofas a la Montillana es de origen cordobés pero ¿de dónde procede exactamente? Para entenderlo tenemos que remontarnos a la Edad Media cuando esta zona de España era Al-Andalus ya que fueron los árabes los que extendieron el cultivo por toda Europa y, entre todos los productos que se cultivaban, encontramos también la alcachofa. De hecho, el propio nombre de esta hortaliza procede del árabe “al-jarsufa”.
Se tiene conciencia de la existencia de esta receta cordobesa desde el siglo XIX cuando se empezaron a cocinar con el vino DO Montilla-Moriles.